Cuando la mayoría de nosotros pensamos en nuestros talentos, a menudo consideramos nuestras habilidades naturales. Algunos somos naturalmente más atléticos, otros somos mejores en matemáticas o en arte, o tal vez poseemos una inclinación musical.
En lo que no solemos pensar es en el hecho de que el talento se desarrolla. Cuando se trata de los hijos, tendemos a identificar sus habilidades naturales y los alentamos a ejercitarlas, lo quieran o no. Esto puede resultar contraproducente y desanimarlos antes de que puedan hallar su verdadera pasión.
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Si estás intentando despertar las aptitudes personales de tu hijo, el secreto radica en permitir que los niños descubran sus intereses y encuentren aquellas actividades que genuinamente los entusiasmen.
A partir de ahí, los niños adquirirán la determinación y la perseverancia necesarias para convertirse justo en lo que quieren ser. Lee sobre estas 8 maneras sensatas de descubrir y despertar las aptitudes personales de tu hijo.
Un error que cometen ciertos padres es inscribir a sus hijos en una serie de actividades diferentes con la esperanza de que alguna se “pegue”. En lugar de hacerlo competir con sus compañeros, evita presionar a tu hijo a realizar muchas actividades para que así puedas descubrir lo que verdaderamente le apasiona.
Una vez que haya elegido una actividad, no lo apresures a que domine la habilidad o se vuelva el mejor. Apóyalo, pero recuerda que la insistencia excesiva puede causar desaliento.
Si se te ha dificultado encontrar las aptitudes personales de tu hijo, céntrate en el mundo actual. Los niños de hoy están más inmersos que nunca en la tecnología. Si te sientes frustrado porque su actividad predilecta es ver una pantalla, saca provecho de ello al transformar un interés actual en una pasión que pueda explorar.
Hoy en día, muchos niños están aprendiendo a codificar a través de clases de programación diseñadas para niños. ¿Por qué no valorar la generación de tu hijo? En lugar de pensar en lo que hacían tú o tus padres cuando eran niños, piensa más como un niño de hoy y adáptate a la cultura actual.
Después de haber elegido una o dos actividades, es fácil que los niños se sientan frustrados si no aprenden determinada habilidad suficientemente rápido. Por ejemplo, aprender a tocar la batería no ocurre de la noche a la mañana. Se necesitan muchas lecciones y práctica durante años para perfeccionar la técnica.
Para que puedas darle a entender a tu hijo las metas y las recompensas a largo plazo, refuerza la idea de que, como personas, todos aprendemos de nuestros errores.
El fracaso es un ingrediente indispensable del crecimiento, y una vez que tu hijo internalice esta lección esencial, entenderá que los errores son una oportunidad para avanzar a pasos agigantados.
Aunque todo padre busca apoyar a sus hijos de la mejor manera posible, a veces deja que las reglas, la disciplina y la rutina diaria se interpongan e impidan que los niños puedan esforzarse para cumplir sus sueños.
Es fundamental que los padres mantengan una relación sana con sus hijos basada en el apoyo afectuoso, en lugar de molestarse por errores y contratiempos.
El simple hecho de que conserves la calma durante los conflictos reforzará la confianza de tu hijo en ti y propiciará un espacio seguro para el aprendizaje. Al demostrarle que lo aceptas y lo amas aun cuando comete errores, darás lugar a un medio habitual para su continuo crecimiento.
Para nutrir las aptitudes de cualquier niño es importante que enfaticemos el esfuerzo, la determinación y la perseverancia requeridos para desarrollar una habilidad.
La firmeza de carácter implica poder desempeñarse con resiliencia, superar obstáculos y nunca darse por vencido. Enséñale a tu hijo que sus talentos deben perfeccionarse y fortalecerse mediante la práctica y la constancia.
Con frecuencia, como padres, esperamos que nuestros hijos sigan nuestros pasos, que elijan algunas de las mismas actividades y aspiraciones que emprendimos cuando éramos pequeños.
Pero al proponerte a descubrir las aptitudes de tu hijo, da un paso atrás y permite que él lidere el camino. Mantente abierto a las ideas que te proponga y, si son razonables, explora toda posibilidad con el fin de descubrir sus verdaderos intereses.
Tu hijo se sentirá más satisfecho al final, y aunque su área de talento no sea una que te interese demasiado, enorgullécete de su individualidad.
Dado que las aptitudes deben trabajarse, afinarse y perfeccionarse, es relevante que elogies el esfuerzo de tu hijo. Claro, muchos niños nacen con una habilidad natural para ciertas áreas. Sin embargo, es conveniente que evitemos elogiarlos por ello.
Ningún niño ha pedido nacer naturalmente mejor para cierta actividad. Al igual que con la apariencia física, la destreza natural no es algo por lo que nadie deba atribuirse mérito alguno.
En cambio, elogia la perseverancia de tu hijo, y fomenta la confianza y la constancia imprescindibles para desarrollar cualquier talento. Como resultado, tu hijo despertará sus aptitudes y, al mismo tiempo, pondrá en práctica un rasgo positivo de carácter.
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Todos recordamos el dicho: “la práctica hace al maestro”, pero no es uno que debamos tomar tan en serio. Si bien practicar nuestras aptitudes y talentos contribuye a mejorarlos, la práctica suele producir progreso a un ritmo lento.
A veces, los niños necesitan practicar para identificar errores y corregirlos. Otras veces, los niños practican y se frustran si sienten que no están mejorando rápido.
Anima a tu hijo a seguir adelante al inculcarle la idea de que es necesaria mucha práctica para mejorar una aptitud o destreza. Asegúrate de refrenar tus propias expectativas y recuerda que tu hijo está trabajando en una meta a largo plazo y que la perfección no es precisamente dicha meta.
Puede tomar tiempo conocer posibles ideas, habilidades e intereses, pero no olvides que desarrollar sus aptitudes personales les permite a los niños aprender de sus errores y perseguir sus sueños.
A lo largo de este proceso, los niños adquieren tanto resiliencia como confianza, más las herramientas necesarias para acercarse al éxito y la felicidad de por vida.
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