La infancia se trata de aprender, y aprender es mucho más fácil cuando se cuenta con una memoria fuerte. La capacidad de captar y recordar el conocimiento no sólo hace que sea más probable que un niño destaque en la escuela, sino que conserva recuerdos vívidos de experiencias cotidianas también ayuda a los niños a entender el mundo y su lugar dentro de él, enriqueciendo su perspectiva y fomentando habilidades esenciales para la vida.
Dado lo importante que es la memoria para el desarrollo de los niños, es conveniente saber que nuestra habilidad para recordar no es fija. Lo que es cierto para los adultos también lo es para los niños: hay un montón de trucos y estrategias que los jóvenes pueden emplear para agudizar su memoria. Y como padre debes ayudar a tu hijo a mejorarla. Aquí hay algunas sugerencias respaldadas por la investigación.
"El estrés hace que los sistemas cerebrales de procesamiento envíen información al cerebro reactivo (lucha automática, huida, congelación) e impide que la información fluya a través del pensamiento superior reflexivo, hasta el cerebro consciente (corteza prefrontal) donde se construye la memoria a largo plazo", explica la neuróloga Judy Willis.
Eso significa que generar situaciones de estudio de alta presión probablemente dañará la memoria de tu hijo. En su lugar, promueve ambientes agradables (canciones favoritas, juegos de cartas, lanzamiento de bolas) o sorpresas (una imagen divertida descargada de internet) para suavizar la experiencia de estudio y abrir las redes cerebrales que llevan al almacenamiento de memoria.
Las habilidades de la memoria son como un músculo que crece con el uso, así que asegúrate de brindar muchas oportunidades para que tus hijos (especialmente los más pequeños) recuerden lo que han aprendido sobre el mundo. Hazles preguntas al estar fuera de casa. Por ejemplo, si pasas por la casa de uno de sus amigos, puedes preguntar: ¿Quién vive ahí? Juegos como éste incrementan la capacidad de los niños para recordar información.
No es de extrañar que leer con niños sea excelente para su desarrollo intelectual. Cuando un niño participa en estrategias de lectura activa, es más probable que le sea más fácil formar recuerdos a largo plazo. Estas estrategias incluyen no sólo tomar notas y destacar como la mayoría de los estudiantes, sino también hablar en voz alta y responder preguntas sobre el material leído. Así que asegúrate de preguntarle a tu pequeño qué opina sobre lo que leen juntos y cuáles han sido sus reacciones a la historia.
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De manera similar, los recuerdos de los niños también se benefician cuando los padres alientan a sus hijos a recordar y visualizar sus recuerdos favoritos. Concéntrate en los eventos que les hayan resultado más fuertes, como un viaje al zoológico. A medida que crezcan, ayúdales a elaborar historias a partir de sus recuerdos. Éstos entonces serán más ricos y aprenderá a transmitirlos de forma clara.
Cuando nuevos recuerdos no permanecen en la memoria, a menudo es porque no existen conocimientos previos que adjuntar a ellos. Por lo tanto, ayudar a tu hijo a crear conexiones entre las cosas que esté aprendiendo puede fortalecer su memoria.
Fomenta que tu hijo construya asociaciones para conectar los diferentes detalles que trate de recordar. Capta el interés de tu hijo con maneras divertidas para recordar cosas. Encontrar modos de conectar información ayuda a conformar y recuperar la memoria a largo plazo. También estimula la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para mantener y comparar memorias nuevas con antiguas.
El cerebro es un órgano que busca patrones. Si tus hijos reconocen las relaciones entre el conocimiento nuevo y el anterior, sus cerebros podrán vincular la información nueva con una categoría de conocimiento existente, necesaria para el almacenamiento a largo plazo. Puedes valerte de herramientas gráficas y listas de similitudes/diferencias, las analogías cimentan patrones de memoria a largo plazo.
Ésta es una forma divertida de aumentar la memoria, que tanto tú como tu niño disfrutarán. Los juegos de cartas simples, como bingo de imágenes o “¿qué hace falta?” pueden mejorar la memoria de trabajo de dos maneras: tu hijo debe tener en cuenta las reglas del juego, pero también debe recordar qué cartas tiene y cuáles otras personas están jugando.
La memoria es una habilidad crucial durante el proceso de aprendizaje de los niños, ya que deberán recordar muchos conocimientos. Mientras más información puedan recordar, más fácil será asociarla con nuevos datos, por lo que podrán entender nuevos conocimientos de una manera más rápida y más fácil. El cerebro es un músculo y no hay mejor manera de ejercitarlo que poniéndolo en práctica.
La memoria puede ayudar mucho a los niños a conseguir un mejor desempeño en sus estudios, pero para ejercitarla se requiere hacerlo correctamente. Una manera de hacerlo es tener sesiones de estudio en que se repita y repase la información de clase. Si a tu hijo le cuesta trabajo estudiar correctamente, te dejamos estos 5 consejos para que lo haga correctamente, entra y descárgalos.
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