Ser asertivo implica actuar con confianza, pensar por uno mismo y esperar respeto. La asertividad y la confianza son dos rasgos de carácter por los que muchas personas sienten interés en la actualidad. Pero, ¿por qué?
Quizás, ante todo, esto se deba a que en la sociedad actual cada vez somos más conscientes de los efectos perjudiciales del bullying, así que tal vez a los padres les preocupa que sus hijos sepan cómo afrontarlo.También desean que sus hijos sean capaces de hacer amigos. Sin embargo, no debe confundirse la confianza con el deseo de que nuestros hijos superen la timidez por completo.
Hay una diferencia entre los niños con personalidad extrovertida y los que saben cómo ser asertivos, aunque pueda ser difícil apreciarla al principio.
A veces, la personalidad de un niño es tal que le toma un tiempo acostumbrarse a las personas nuevas, y eso está bien, siempre y cuando él o ella se sienta seguro por dentro.
No necesitamos presionar a nuestros hijos para que hablen con todas las personas que ven. Después de todo, a veces incluso las personas más extrovertidas tienen dificultades para expresar sus verdaderas emociones o abordar conflictos.
La confianza no siempre se muestra de inmediato, y lo más importante es la confianza más profunda que uno tiene en sí mismo como persona (en contraste con los comportamientos superficiales).
La clave se halla en asegurarnos de respetar la personalidad de nuestros hijos y en alentarlos a marcar sus límites personales para interactuar con los demás de una manera que los haga sentir cómodos.
Además, cuando los niños aprenden a desarrollar respeto hacia ellos mismos, también comienzan a tener un aprecio más profundo por los demás.¿Cómo podemos explicar estos conceptos a los niños? Muchas veces, las actividades que involucran su participación directa son más efectivas que las meras palabras. Así que aquí hay cuatro actividades divertidas para ayudarlos a desarrollar asertividad y confianza en ellos mismos:
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Buscar en una “bolsa misteriosa"
Encuentra cinco objetos pequeños para poner dentro de una bolsa (las bolsas con cordón funcionan bien ya que puedes hacer que la abertura se ajuste al brazo de tu hijo para que no pueda ver el interior).
Pídele a tu hijo que elija un objeto, que lo sienta en la mano sin sacarlo de la bolsa y que adivine qué es. Luego sácalo para que vean qué es. ¡Elógialo por tratar de adivinar!
También deja que tu hijo encuentre los objetos y adivina tú. Discutan cómo se necesita valor para probar algo nuevo e intentarlo. El punto es que pueda concentrarse en divertirse y no permita que los nervios por la situación le impidan hacerlo.
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Practicar mostrar valor defendiéndose a sí mismo
Usa dos muñecos para hacer un juego de roles en el que alguien venga a quitarte algo de la mano a la fuerza (como un juguete o un utensilio de dibujo). Practiquen decir con gracia: "Estoy utilizando esto ahora mismo, pero cuando termine te lo daré".
Hablen acerca de cómo compartir no significa que uno tenga que regalarlo todo, sino que podemos llegar a un acuerdo con otros para encontrar una solución cuando ambos quieren usar algo.
Túrnense para ser “el que toma” y piensen en diferentes formas en que pueden defenderse si se enfrentan a alguien así. Escriban las frases o hagan dibujos si esto esclarece más el objetivo de la actividad para tu hijo.
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Jugar a ser amable con una nueva persona
Jueguen a conocer a un nuevo amigo presentándole a tu hijo un títere (los títeres de mano, los títeres de palitos o las muñecas artesanales funcionan muy bien).
Deja que tu hijo practique presentarse y preguntarle al títere si le gustaría jugar. Tal vez puedan visitar una zona de juegos después de esta actividad, con el objetivo de que cada uno de ustedes conozca a alguien nuevo.
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Aprender a compartir quién es uno
Ser asertivo también conlleva tener confianza en nuestros propios pensamientos y emociones. Dibujen un autorretrato con su nombre, edad, comida favorita y lo que les gusta hacer (¡todos en la familia pueden participar!).
No tenemos que ser tímidos para compartir las cosas que nos gustan, y debemos sentirnos bien acerca de quiénes somos y de qué pensamos. A medida que compartan sus imágenes, observen las diferencias.
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Hablen acerca de cómo a todos nos gustan cosas diferentes. Las diferencias hacen que todos seamos únicos, y de esta manera cada persona posee sus propios talentos y capacidades especiales que pueden contribuir a mejorar el mundo en que vivimos.
En el Centro Educativo ECA nos preocupamos por que nuestros alumnos no sólo se destaquen nivel académico, sino que también se desarrollen a nivel social y emocional, de modo que puedan recibir una educación integral.
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